Abstract

Puerto Madero, lado sur. Caminaba desde Independencia hacia el no rte cerca de las tres de la tarde. Llevaba en el bolsillo del saco el pasaporte recien salido de la Polida Federal, y aún me quedaba un rato para volver al trabajo. Delante mío, a unas cuadras, tenía al Puente de la Mujer, un adefesio del arquitecto español Santiago Calatrava. No puedo dejar de mirarlo por lo desubicado que está, por su escasa comunicación con el contexto, por su profunda inutilidad, por la enorme simbología que encierra su construcción, simbologfa de lo banal por encima de toda otra consideración, signo de una época que tomó al cinismo de la peor manera, como un arma involuntaria más de una larvada lucha de clases en la que muchos jugamos el dudoso papel del doble agente. El Hilton de Puerto Madero necesitaba un puente, y contrató a Calatrava para que le donara a la ciudad de Buenos Aires un puente en Puerto Madero, a la salida del Hilton.

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Book Chapter

Publication Date

2011

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Copyright © 2011 Garrincha Club. This chapter first appeared in Holy Fuck! hablando del kirchnerismo con el recaudador de impuestos.

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